Con la llegada del verano y el buen tiempo, la mayoría de nosotros tenemos vacaciones y, con ello, tiempo libre para estar con la pareja y la familia. Hasta aquí todo suena idílico, sin embargo, todos los años leemos estudios que nos dicen que la que época vacacional es la época en las más parejas se rompen ¿Por qué ocurre esto?
En nuestro día a día vivimos inmersos en nuestras obligaciones laborales, del hogar, de educar a los hijos, de tener tiempo libre para el resto de la familia propia y política, de tener tiempo para los amigos…. Poco tiempo queda libre para disfrutar a solas con la pareja. Al estar de vacaciones y más si hemos organizado algún viaje en el que vamos a estar a solas con la pareja y, como mucho, los hijos, se produce un cambio radical de escenario: ahora tenemos todo el tiempo del día para estar con la otra persona. Si la relación es una relación comunicativa, donde se refuerzan los aspectos positivos del otro, en la que hay un apoyo mutuo y donde el cariño y el respeto son el marco que encuadra la relación, las vacaciones solo fomentarán todo este positivismo y harán que se pasen momentos divertidos, de relax y de unión.
Sin embargo, si la pareja no tiene comunicación, no se siente el apoyo del otro, hay continuas discusiones sin solución y el cariño y el respeto no se dan cada día, hay altas probabilidades de que al pasar el tiempo juntos surjan esas viejas discusiones sin resolver, encontremos nuevos desacuerdos y emerjan los sentimientos de fracaso y frustración previos.
¿Qué podemos hacer entonces para no acabar rompiendo nuestra relación en las vacaciones?
1) Tener unas expectativas realistas: Es el punto más importante puesto que muchas personas idolatran las deseadas vacaciones imaginándose que van a ser perfectas, que todo va a salir tal y como han esperado, que no se van a encontrar ningún obstáculo y que no van a tener ninguna emoción negativa. Esto no es así en absoluto. Las vacaciones no son un momento en el que dejemos de ser nosotros mismos. Tal y como somos en el día a día seremos en las vacaciones. La diferencia es que disponemos de más tiempo para hacer aquellas cosas que nos gustan y de las que de normal no podemos disfrutar. Pero todos los problemas previos que tengamos con la pareja, los tendremos en las vacaciones igual o más agravados al tener más tiempo juntos. Las expectativas deben ir centradas en aprovechar lo máximo posible el tiempo, desconectar mentalmente del trabajo y descansar.
2) Antes de irnos de vacaciones, hacer acuerdos con la pareja. Esto es, programar juntos las vacaciones, elegir un destino en el que los dos estén de acuerdo. Hablar sobre qué idea lleva cada uno de lo que van a hacer allí, cuánto dinero se quieren gastar, qué actividades quieren hacer, qué lugares visitar. Cuánto más sepáis de los planes e ideas que tiene el uno del otro mensr lugar a inesperadas sorpresas tendréis. Negociar todos los puntos de diferencia sin viejos reproches.
3) Hacer un pacto de dejar los trapos sucios en casa. Esos temas de desacuerdo no se van a solucionar porque estéis de vacaciones, eso es una falsa creencia. Si tenéis temas pendientes, es mejor resolverlos antes de coger las maletas, puesto que si los tratáis de vacaciones surgirá la sensación de que estáis desaprovechando las vacaciones, de que habéis tirado el dinero, pensaréis que ni aún estando tiempo juntos solucionáis las dificultades… y todo eso os frustrará más y hará que estéis aún peor.
4) Acordar 2 días especiales. Llegar a un acuerdo en que 1 día de esas vacaciones uno colmará de cosas positivas al otro, y otro día viceversa. Ese día será sorpresa para el otro. La idea es que desde que os levantéis el que va a llenar de sorpresas al otro dedique su día a complacerle y a cuidarle: le puede hacer el desayuno, darle un masaje, preparar un baño con espuma para ambos, invitarle a cenar, escribirle una carta, dedicarle una canción ¡ todo lo que se os ocurra ! Imaginaos a los dos recibiendo todos estos detalles un día ¡ Qué maravilloso ! Y el siguiente día será al revés. De esta manera, antes del viaje ya habrás dedicado tiempo a pensar qué vas a hacerle. Este pensamiento hace que estes pendiente del otro, de lo que le gusta, de lo que desea… te ayuda a ponerte en su lugar. Por otro lado, al recibir cosas positivas de tu pareja te sentirás querido, cuidado y mimado ¡¡¡ Toda una experiencia de relación positiva !!!
5) Ante todo, contacto físico. Aprovechad estos días para miraros a los ojos, daros caricias, abrazos y ser tiernos. Pensad que vuestra pareja es vuestra familia, la que habéis elegido. Que por muchos problemas que pueda haber sigue ahí, a nuestro lado, haciéndo las maletas para pasar sus vacaciones con nosotros. Valorad eso y disfrutad cada minuto a su lado
¡¡¡ FELICES VACACIONES EN PAREJA 🙂 !!!